Se solicita la creación de 9 aulas, una sala de profesores y ampliar la zona de sombra del patio de juegos del colegio existente. Se plantea crear un claustro con el anterior edificio, duplicando su pérgola, de manera que el nuevo edificio genere un patio sombreado que sirva de transición entre lo nuevo y lo antiguo, prolongando sus pasillos y conectándolo con las nuevas circulaciones mediante corredores acristalados.
El edificio de aulas cierra el lado más largo del patio. Las 9 aulas se orientan al sureste, distribuidas por un pasillo interior iluminado cenitalmente. Al otro lado del pasillo, hacia el patio, se ubican los elementos secundarios, las aulas pequeñas, los aseos y almacenes.
Cerrando los lados cortos se instalan dos elementos singulares: la nueva entrada y la nueva sala de profesores. Sus cubiertas a dos aguas y colores brillantes evocan los dibujos infantiles de una casa, y rompen la monotonía de las cubiertas planas y el gris del hormigón visto. Los paneles prefabricados de hormigón repiten la solución del edificio existente, pero se potencia el contraste de color con las lamas que protegen los huecos acristalados, jugando con los colores existentes, y repitiéndolos en los distribuidores interiores.